“En 1962, durante mi último año en la Escuela de Cine de La Plata sostuve una correspondencia con el fotógrafo Ansel Adams, la que se extendió durante varios años. En 1970 tuve la oportunidad de visitar su flamante casa en Carmel, California con espectacular vista al Océano Pacífico y compartir una cena con su esposa Virginia, así como su increíble laboratorio fotográfico. En mi segunda carta le comenté detalles de la Escuela, su origen, equipamiento, materias y profesores que las dictaban. Entre ellos señalé a Tabernero y su predilección por el fotómetro que el propio Adams recomendaba en su libro “The Negative” (Basic Photo Book 2, página 63), literatura técnica que dio origen al contacto inicial. La respuesta de Adams del 18.10.1962 en su tercer párrafo, hace mención a mi comentario y lo refuerza con sus propias palabras. De estos intercambios me permito insertarle los correspondientes escaneos que tienen su propio valor histórico y desde ya está autorizado para darles el destino que desee. Saludos porteños.” -- Eduardo Comesaña
La primera vez que escuché hablar sobre la relación entre los sistemas de zonas de Ansel Adams y la variante de playas de Pablo Tabernero, fue durante una de las charlas que sostuve con Ricardo Aronovich durante mi visita a su enclave normando. Aronovich estimaba que aquella relación era fortuita, y que ambas concepciones eran contemporáneas. Así consta en Buscando a Tabernero, documental que cuenta con don Ricardo como uno de los primeros discípulos de Pablo Tabernero con quien tuve oportunidad de hablar.
Al parecer, tanto Adams como Tabernero, habían llegado una conclusión de que la medida de la luz debía ser más precisa que las posibilidades que brindaba a la lectura incidental. Ambos coincidían entonces que lo más apropiado para esa lectura de luz detallada era el uso del fotómetro S.E.I (Salford Electrical Instruments, Ltd.). Esta lectura detallada permitía explorar puntillosamente las diferencias dentro en negros y blancos absolutos estableciendo aquello que Adams llamaba zonas, mientras que Tabernero se refería a lo mismo hablando de playas. Adams estaba aplicando su teoría no sólo a la exposición en el registro del negativo, sino al posterior uso del negativo en su ampliación. Simultáneamente, Tabernero elaboraba el desarrollo de su técnica al registro de película en movimiento y tratamiento posterior del negativo en la producción de copias para su distribución en cines. El primero en los Estados Unidos, y el segundo en Argentina, fueron ambos precursores de una pasión por el justo, sino perfecto registro de un negativo, fijo con secuencial, impreso o copiado.
Esta relación de la que hablaba Ricardo Aronovich, continuó decantando en mi esfuerzo por entender la relación entre Tabernero y sus discípulos. Pero no fue sino hasta después de la conferencia de prensa previa al estreno de mi documental, que gracias a la intervención del eximio Eduardo Comesaña, que pude verificar no sólo del hecho de que ademas hubiera tomado conocimiento acerca de la labor de Tabernero en la Escuela de Cine de La Plata, sino que esa verificación hubiera podido darse gracias a la intervención de uno de sus alumnos con lo cuál vuelve a ponerse en evidencia aquella fluidez en la trasferencia pedagógica a la que me referí en escritos anteriores.
Cabe señalar, que Comesaña fue alumno de Tabernero en 1962 y que en años posteriores habría de convertirse en uno de los referentes más notables de la fotografía por sus aportes al retrato y el periodismo.
NdA, Los documentos que ilustran, se reproducen en el contexto de la relación Adams-Tabernero con expreso consentimiento del señor Eduardo Comesaña.
Comentarios